miércoles, octubre 29, 2025

Volando a la ilusión | Enzo Perdomo Martínez

Volando a la ilusión | Enzo Perdomo Martínez

Enzo Perdomo Martínez, 23 años, nacido en Aiguá, Departamento Maldonado, a unos 180 kilómetros de la capital de Uruguay, Montevideo. Hoy la distancia que lo separa de su lugar natal es mucha, está a más de 7.000 km de Aiguá, lejos de su patria, llevado a Miami por su gran pasión, el fútbol.

Desde pequeño le apasionaron esos gruesos guantes que permiten aferrar el esférico, aquellos que muchas veces ahogan el grito de los goleadores. Con tan solo cinco años, se acercó al San Antonio de Aiguá, el club de su ciudad, para debutar en el baby fútbol, para pasar, de adolescente, al C.A. Salamanca de la misma ciudad, “el más grande”, como nos dice, algo que lo acompañaría hasta hoy, y que no impidió continuar sus estudios hasta el liceo. Vivía con sus padres y su hermana, trabajando, además, con su padre en la carpintería.

 

Enzo accedió rápidamente a la entrevista con Orilla y Media TV, habíamos llegado hasta el, por intermedio de Ana, su amiga argentina que nos acercó esta hermosa historia. Su voz mostraba orgullo por sus comienzos, por su país hoy tan lejano. Se lo escuchaba claro y firme, convencido de esta meta que, con mucho esfuerzo, ha emprendido.

El futbol es mi pasión, desde que empecé a los cinco años en mi querido San Antonio de mi ciudad. Incluso tuve una prueba en Peñarol” nos relata Enzo y agregaba sobre la experiencia en el Manya. “Me probé en Peñarol por seis meses, fue una hermosa experiencia con muchas chances de quedar, pero para uno del interior no es tan fácil, se me complicaba con mis estudios y los prioricé, charlando con mi familia tomamos la decisión”.

Esto último nos sorprendió un poco, no es común escucharlo, dejar de lado una posible carrera deportiva por continuar sus estudios en su lugar de origen, pero la vida, a corto plazo, le daría revancha.

A esta altura de la charla con nuestro entrevistado, la curiosidad de cómo llegaba des Aiguá a Miami estaba presente, y no tardó en develar la historia.

Vine de paseo a Miami por 20 días, me recomendaron mantenerme, hacer la pretemporada para poder jugar luego en Uruguay.me incorporé a un equipo, me vieron atajar y les gustó. De un momento a otro me ofrecieron quedarme aquí y me arriesgué, en realidad me la jugué, se me presentaba un nuevo desafío en este país.

 

La distancia con Uruguay es mucha, y si bien hace poco que Enzo está en Miami, no deja de recordar su país, su ciudad “Extraño mi país, me gustaría mucho volver algún día y poder jugar en Peñarol, del cual soy hincha, es un debe que me quedó cuando estuve” agregando con firmeza “sé que algún día lo haré, como también jugar en los cuadros de mi ciudad, de mi querida Aiguá

Charlamos largo rato con nuestro entrevistado, su disponibilidad era continua, nos contaba que su referente es el paraguayo José Luis Chilavert, reímos juntos durante largo rato con las anécdotas de las peleas de dicho arquero con el defensor argentino Oscar Ruggieri. Esos minutos nos mostraron a un Enzo feliz, hablando de su pasión el fútbol y dentro de él, atajar, pero se trasluce también, ese dejo de nostalgia por estar lejos de su tierra, de su Uruguay querido.

Le pedimos un mensaje para los chicos uruguayos que se están acercando al fútbol y nos dijo desde sus jóvenes 23 años “Les diría a todos los chicos, que el futbol no es tan fácil como lo pintan. Tiene altibajos, hay que lucharla constantemente y exige mucho sacrificio. Se pierde mucho de salidas, cumpleaños, bailes. Si llegas a la elite, es la gran recompensa, pero siempre debes ser profesional desde chico, confiado que te gusta y quieres lograrlo

Nuestra charla había sido volando “de palo a palo” hablamos de sus estudios, del fútbol, de su ciudad y familia, de lo que se siente estando lejos de sus orígenes y de la importancia de una conducta deportiva, charlamos de sus ilusiones y proyectos.

Enzo mide 1.95, es arquero, juega en el Adrestia Fc en la UPSL, la liga semiprofesional en Miami. Es un joven con ganas y con objetivos que le llevan esfuerzo y lucha. Un joven más, de tantos que se están abriendo camino en la vida. Enzo, 23 años, uruguayo.