Ángeles Eroza y Solimar Gil, presidenta y secretario –respectivamente- de la Comisión de Apoyo al Enfermo Mental (CAEM) detallaron las dificultades que atraviesan las personas con diferentes síndromes, los problemas de inserción en la sociedad, el relacionamiento con sus familias, pero también los avances y logros alcanzados.
Eroza reconoce que “es difícil llegar a la familia y que formen parte de CAEM”, ya que “atraer a los familiares de los usuarios nos cuesta muchísimo” porque hay que “visitar a uno por uno los domicilios, explicar los objetivos y planes, invitarlos para que se arrimen a las reuniones, entender las necesidades y problemas del usuario”.
“Ayudar a mejorar la convivencia en el hogar es importante –afirma Solimar Gil- y lo que viven en la casa es lo que van a presentar en las actividades con nosotros”, motivo por el cual “lo principal es tener unida a la familia, compartan los problemas que tienen y los avances”.
En el local “Mi Casita”, en calle Ituzaingó junto al Centro de Salud se reúnen “los chiquilines”, llamados cariñosamente de esa manera por Eroza. Aunque “son todas personas mayores, desde los 30 a los 50 y algo”. Se trata de unos doce usuarios que a veces concurren, van y vienen en pequeños grupos o a veces en forma individual.
Una de las preocupaciones de la Comisión de CECAP es desarrollar los talleres en “Mi Casita”, que en este momento son de Cocina y Dibujo, aunque se tiene la idea de integrar más talleristas –como Gimnasia y Manualidades- con el fin de darle a los usuarios más herramientas para que sean cada vez más independientes.
Queremos que tengan “su independencia e inserción en la sociedad”, especialmente en el tema laboral, algo que no se viene cumpliendo, advierten.
La nueva Comisión trabajará en Semana de Turismo repartiendo folletería en la Sociedad Nativista “El Rincón” y promoviendo una campaña de socios (la cuota son $ 100 mensuales), ya que los actuales “son pocos, no tenemos ninguna ayuda. Dependemos de los socios para conseguir un tallerista” y expresan que “nos interesa que los socios vean el trabajo que se está haciendo”.
Advierten las dificultades de algunos de los usuarios, porque “muchos están solos y no tienen un lugar donde vivir”, les hace falta incluso un lugar donde dormir (algunos los hacen al aire libre) y donde asearse”.
Por eso, uno de sus objetivos es “conseguir una casa, un lugar que sea de ellos”, señalan finalmente.






