Paysandú se prepara para recibir el fin de semana del 11 y 12 de octubre un evento con cientos de amantes de los vehículos clásicos, en el marco de un nuevo encuentro que reunirá a más de 300 participantes entre autos y motocicletas, con presencia de delegaciones de distintos puntos del país y también de Argentina.
En reciente sesión, la Junta Departamental declaró el evento de interés departamental, reconociendo que se trata de una instancia que contribuye a dinamizar la ciudad y promueve la convivencia de distintas generaciones a través de una pasión compartida. La resolución fue celebrada por los organizadores, que vienen trabajando desde hace meses para que la actividad se desarrolle con el mismo entusiasmo que en ediciones anteriores.
Mauro Machuca, integrante del grupo organizador Sangre de Fierro, destacó a EL TELEGRAFO que será la cuarta edición consecutiva de esta actividad.
“Es un evento que aproximadamente reúne 300 autos. Vienen autos de otros departamentos y también de Argentina. Este es un evento que podríamos decir que tiene participación internacional. Y somos un grupo de cachileros, como le decimos nosotros, un grupo de amigos que empezamos ya hace cinco años a juntarnos y que venimos haciendo este tipo de encuentros”, comentó.
El encuentro se desarrollará en la zona de la Costanera de nuestra ciudad, que volverá a transformarse en un punto de referencia para quienes disfrutan de los vehículos antiguos y el intercambio entre generaciones. Familias enteras suelen participar de la muestra, que no solo permite admirar modelos que marcaron épocas sino también mantener viva la memoria de un estilo de vida que une historia, tradición y camaradería.
En agradecimiento a la declaración de los ediles, anoche integrantes de Sangre de Fierro se concentraron frente al edificio de la Junta Departamental, donde montaron una exhibición de vehículos que atrajo la atención de vecinos y transeúntes. Allí se vivió un anticipo del clima festivo que invadirá la ciudad en pocos días, con motores encendidos, cromados relucientes y la presencia de familias que se acercaron a tomar fotografías y compartir la pasión por los clásicos.
Para los organizadores, más allá del espectáculo automovilístico, se trata de una oportunidad de encuentro social. “Lo que más nos motiva es que este tipo de actividades reúne a chicos, jóvenes y adultos en torno a una misma pasión. No importa la edad que tengas, todos se sorprenden al ver un auto de colección, y eso es lo que hace especial esta movida”, señalaron integrantes del grupo.
Fuente El Telégrafo