Tras la aprobación definitiva de la ley de «muerte digna» o eutanasia en el Senado, las celebraciones y críticas no se hicieron esperar.
También los senadores del Frente Amplio (FA) Daniel Caggiani y Bettiana Díaz celebraron el «día histórico» y el regreso del país «a la vanguardia de la ampliación de derechos».
Desde el Partido Colorado (PC), en tanto, que vio nacer el proyecto entre sus filas de la mano de Ope Pasquet, el senador Robert Silva también celebró la aprobación de la eutanasia. “Haciendo honor a la mejor tradición liberal y humanitaria del Uruguay votamos la ley de Eutanasia. Brillante Ope Pasquet”, escribió en X.
El legislador solicitó licencia para que Pasquet, quien fue promotor de la iniciativa en la legislatura pasada, pudiera ocupar su banca y estar presente en la sesión histórica.
Las voces en contra del proyecto de eutanasia
En contrapartida, y en medio del clima general celebratorio —del cual fueron especialmente protagonistas las organizaciones que también impulsaron el proyecto, tales como Empatía Uruguay, desde donde expresaron «un alivio muy grande»—, también se levantaron las voces críticas al respecto.
Entre ellas estuvo el senador del Partido Nacional (PN), Martín Lema, quien compartió un video de su argumentación en contra de la iniciativa con el texto «Ley de Eutanasia, NO». El excandidato a la Intendencia de Montevideo (IM) justificó su voto negativo a partir de señalar que el proyecto es un «atajo» que, en lugar de plantearse mejorar la calidad de atención, postula un escenario dicotómico falso entre «sufrimiento o muerte».
En una línea similar, el senador colorado y líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, consideró que se trata de «una ley de fomento» de muerte asistida. Y desde Unir para Crecer —el mismo sector de Silva—, fue Gustavo Zubía el que rechazó el proyecto:
El líder de Cabildo Abierto (CA), Guido Manini Ríos, señaló que «en vez de un derecho se aprobó una condena». «A partir de ahora los más frágiles estarán más indefensos que nunca. Serán una carga fácilmente descartable», cuestionó el exsenador.
La Iglesia Católica, como era de esperarse, se expresó rotundamente en contra: «Estamos llamados a defender el don de la vida y a recordar que toda persona merece ser cuidada, acompañada y sostenida hasta el final».
A través de su Conferencia Episcopal, emitió un comunicado rechazando la nueva ley que, aseguran, «fomenta la cultura de la muerte«. «En un país con una alta tasa de suicidios, con serias dificultades para abordar el tema de la salud mental, esta ley va en contra del valor y la dignidad de la vida humana y nos pone en un riesgoso camino de naturalizar la búsqueda de la muerte como solución a situaciones de la vida que se pueden enfrentar de otra manera», cuestionó.
El Colegio Médico respetó las diversas posiciones de sus socios y no proclamó una postura ante el tema; aunque sí asesoraron en todo el proceso «para tener las máximas garantías para los pacientes y para los médicos», según explicó el presidente del organismo, Álvaro Niggemeyer, a AFP.
Fuente Ámbito